Pereira.-
Nuevo comienzo, cierre,
futuro, avance, expectativas; son algunas de las palabras que llegan a la mente
cuando pensamos en año nuevo.
Cada uno, indistintamente de
cómo hayan transcurrido los 365 días, siente la necesidad de empezar con el pie
derecho, con la mejor energía y enfocado en el cumplimiento de las metas.
Pues bien, en la cultura
africana y su diáspora, existen muchos caminos para avanzar en la
espiritualidad, sin que riña con las creencias religiosas de las personas. A
continuación, les presentaremos algunos rituales fáciles, rápidos y efectivos,
teniendo en cuenta que lo que moviliza la fuerza del universo es la concepción que
la divinidad y esencia divina son inherentes a cada persona.
Ritual
con coco
Si queremos atraer la buena
suerte podemos bañarnos durante ocho días seguidos con una preparación de agua,
agua de coco y jabón de coco. Antes de comenzar el baño es conveniente encender
una vela a Eleggua pidiéndole que nos abra el camino de la buena fortuna.
Si lo que se desea es abrir
los caminos para que llegue el amor, se debe preparar un baño con agua a la que
se habrá añadido agua de coco y bañarse con esta preparación durante cinco días
consecutivos. Antes de comenzar este baño, es conveniente encender una vela a
Oshun pidiéndole que nos abra el camino del amor.
Ritual
a Eleggua para abrir el camino
Cuando necesitamos que
nuestra vida progrese porque tenemos la sensación de que los caminos están
cerrados, podemos realizar este ritual con Eleggua. Para ello necesitaremos:
– 1 vela blanca
– 1 vela morada
– 1 vela azul claro
– 1 vela verde
– Miel
Delante de Eleggua, se
disponen las velas en forma de cruz: la blanca se sitúa arriba, la vela azul
claro a la izquierda, la vela morada abajo y la vela verde a la derecha. La
vela blanca se usa para dar luz orisha a quien se le pide, en nuestro caso
Eleggua sincretizado con el Niño de Atocha o San Antonio de Padua.
La vela morada transmuta los
obstáculos que están en nuestro camino; la azul claro sirve para dominarlos y
la vela verde sirve para limpiar el camino. Se untan todas las velas, excepto
la blanca, con miel.
En un papel de estraza se
escribe el nombre de la persona que hace el ritual y se coloca en medio de las
cuatro velas junto a un vaso con agua. Se encienden las velas durante 15
minutos cada día y se pide a Eleggua que nos abra el camino. Se vuelven a
encender todos los días durante 15 minutos hasta que se consuman completamente.
Si no se tiene recibido
Eleggua, se puede realizar el ritual en un rincón detrás de la puerta de
entrada de la casa, en el suelo.
El
poder de las velas
· Blancas:
Queman influencias negativas. Como es costumbre reunirse el 31 de diciembre en
los hogares, se recomienda escribir de abajo para arriba en una vela por
asistente, su nombre, para que se consuma durante la noche, lo cual generará
paz de espíritu. Representa a Shangó igual que el rojo.
·
Amarillas:
Simboliza
la luz del sol, representa la alegría, felicidad, inteligencia y energía. Puede
ser ofrecida a Oshun para atraer el amor y la fertilidad a las parejas que
desean concebir.
·
Azul:
Como
es el color del cielo y el mar, se asocia con la paz, tranquilidad y sosiego. Representa
la lealtad, confianza, sabiduría, fe, verdad y cielo eterno. El azul es el
color característico de la madre Yemayá.
·
Rojo:
Sangre
y fuego, cobran vida con este color que aunque se asocia a la guerra, al
peligro, su fuerza propicia la determinación, la pasión, deseo y el amor. Así que
representa a Shangó.
·
Verde:
Por
excelencia es el color de la naturaleza. Encarna la armonía, el crecimiento,
abundancia, exuberancia y frescura. A nivel emocional guarda relación con la
seguridad. El verde es el color de Orunmila.
Recobrar la esencia natural
y divina que habita en los seres humanos; re-establecer la armonía en sí mismo
para irradiar a los demás, todo lo anterior acompasado de una perspectiva
positiva y un respeto total a la vida son fundamentales para que cualquier “ayudita
extra”, surta efecto.
Ayda Luisa Córdoba Mosquera
Agencia de Noticias Niara
Fotos: Cortesía