Ayda Luisa Córdoba Mosquera
Agencia de Noticias Niara
Cartago, Valle del Cauca
Posiblemente con solo leerlos
estos nombres, a simple vista no recordemos quiénes son y en consecuencia no se
encuentre similitud alguna. Tal vez, si les hablo de la mujer afrodescendiente que
el pasado 5 de mayo se enfrentó en Suecia a una marcha de neonazis sin más
escudo que su valor y su puño en alto, estaría más claro el panorama.
Igual podría pasar con Carlos
Angulo. El nombre suena similar a cualquier familiar, amigo o compañero de
trabajo. Su apelativo se hará más cercano si decimos que es el hombre
descendiente de africanos, que en septiembre de 2015 “puso en su sitio” a un grupo de policías que
le solicitaron sus documentos, a lo que él contestó con la dignidad de una
persona que ha estudiado su historia y tiene la suficiencia para identificar
que tal requerimiento no tenía otra motivación que su color de piel.
Ambos casos tienen dos hilos
conductores importantes. Uno es la manifestación en contra del racismo y la
discriminación de la que siguen siendo objeto las comunidades étnicas
afrodescendientes e indígenas en el mundo. El segundo, es la notoriedad que
alcanzaron, en niveles diferentes, logrando poner en la esfera mediática estos
términos que siguen sin abordarse con profundidad y con empatía por parte de
los medios de comunicación.
Estas son algunos de los aspectos
que asemejan a estos hijos de la diáspora africana:
- 1. Son hermanos de causa.
- 2. Ambos son oriundos de la costa pacífica colombiana, lo que les confiere una sensibilidad étnica.
- 3. Esbozan un discurso construido en al activismo consciente, disciplinado, cimentado con años de esfuerzo y estudio.
- 4. La policía como brazo armado del establecimiento, intentó infructuosamente reprimir una manifestación cuyo mensaje legítimo superó la viralidad de las redes sociales.
- 5. Desafortunadamente, la fugacidad de la atención mediática recibida, hará que temas de fondo como el racismo, la discriminación, la xenofobia despertada con la migración hacia Europa, sigan siendo perpetuados por la sociedad y sus instituciones.
- 6. Tess y Carlos, hacen parte de la diáspora africana que vive en resistencia ideológica, sin miedo, con el puño en alto a pesar del peligro que puede representar este proyecto de vida.
Similitudes,
habrá muchas más, en sus historias de vida, de lucha. En sus triunfos o
derrotas. Tal vez, el nexo que los mantendrá unidos es haber dado un paso al
frente en esta causa por la que poco están realmente dispuestos a ofrendar sus
vidas.
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